LA SALUD MENTAL DE NUESTRA FAMILIA / THE MENTAL HEALTH OF OUR FAMILIES
Por: Fabiola Silva, psicóloga del Departamento de Orientación y Psicopedagogía (DOP).
La pandemia COVID 19 nos ha llevado a tomar medidas progresivas para evitar que el virus se propague de manera desmedida, básicamente para amortiguar las consecuencias a nivel de salud física en cuanto a la capacidad que tiene el sistema de salud para atender casos. Además, se están tomando medidas en los sectores de economía, educación, agricultura, minería, entre otros; y es para ellos un reto constante la implementación y efectivización de las mismas.
En lo concerniente a la salud mental en este período de cuarentena hay información valiosa que ha sido compartida por el ministro de Educación del Perú, Carlos Benavides y por el psiquiatra y director ejecutivo de Fundación Procultura, Alberto Larraín, de quienes hemos podido extraer cinco recomendaciones importantes que podrían ser muy útiles para sobrellevar de manera más armónica la situación:
1. Escoger un espacio de trabajo para las niñas, niños, adolescentes y adultos en casa. La estructura de este espacio implica luz adecuada, poco o nada de distractores y sobre todo, implementar un horario que pueda ser cumplido, de modo tal que se cree una rutina y así favorecer el orden, aspecto que permitirá disminuir la angustia. Esto NO significa transformar la casa en el colegio. En este tiempo, el reto está en combinar espacios de aprendizaje con espacios recreativos y de disfrute, en pro de la salud mental de toda la familia. Este es un tiempo para ser flexibles y anteponer el cuidado, ya que este también implica un aprendizaje. El tema educativo debe ser visto como una medida que prevenga las repercusiones de quedarse en casa, y es un ejercicio de cada integrante de la familia el ser pensador y reflexivo, evitando la sobrecarga y la demanda.
2. La ansiedad y deseo inconsciente de saber lo que está pasando, nos lleva a mirar las noticias de modo continuo, casi a cada minuto. Estar informado está bien, porque nos permite actuar tomando medidas según lo que pasa; pero es importante para nuestro cerebro, alternar la información de la cual nos nutrimos. Podemos también escuchar música, bailar, leer libros, ver películas, hacer ejercicios, acordar llamadas o videollamadas con personas que nos puedan generar un estado anímico positivo, etc. La receta la diseña y ejecuta cada familia en su propio patrón de crianza y el “ensayo – error” nos permitirá encontrar y pulir el camino más viable.
3. Hemos venido pensando que la cuarentena nos ofrecerá una oportunidad para estar en familia, hacer cosas que no hemos hecho antes por estar sumergidos en el mundo de la “productividad laboral y social”, arreglos, reorganizaciones, etc. Pero luego de unos días en el mismo espacio físico, con las mismas personas y considerando la incertidumbre/miedo/angustia que puede producir la situación en la que estamos, esto que considerábamos una oportunidad se transforma en un período en donde es más difícil ser productivo, por lo que se requiere que seamos más flexibles y empáticos con cada miembro de la familia y nosotros mismos. Puede ayudar ponernos actividades puntuales con metas cortas y que sean fáciles de tangibilizar o medir.
4. Estar en cuarentena no significa estar juntos en todo momento. La razón de la cuarentena es una medida impuesta exclusivamente para evitar contagios; pero es necesario crear espacios personales donde se puedan realizar actividades al propio ritmo y gusto. Y estos espacios personales nos permitirán ser empáticos, tolerarnos y tener una convivencia armónica. No debemos forzarnos con la idea utópica de “debemos estar unidos en familia” ni mucho menos sentirnos culpables por no querer hacerlo. Los espacios individuales son básicos y necesarios; no deben ser vividos como opcionales. El reto está en trabajar en nuestro atributo de ser equilibrados y combinar el espacio individual con el colectivo y familiar.
5.Quienes disfrutan de estar solos pueden aprovechar este período como una oportunidad para no cargar a nadie con miedos, inseguridades, problemas; aunque es importante recalcar que las emociones necesitan ser compartidas, ya que así serán transformadas. Como dicen los medios, esta pandemia se va a solucionar con la solidaridad y esto también aplica a la solidaridad emocional.
Recordemos que si bien son recomendaciones valiosas, el reto está en implementarlas de forma progresiva y equilibrada. Y que el fallar en algún proceso también implica un aprendizaje. Estamos en una etapa de reinventarnos de cara al día a día, con la energía de vivir por nosotros y por los nuestros.
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THE MENTAL HEALTH OF OUR FAMILIES
The COVID 19 pandemic has led us to take drastic measures to prevent the virus from spreading excessively, so as to not overwhelm our health care system’s capacity to treat cases. In addition, measures are being taken in sectors of the economy, education, agriculture, mining, among others; and their implementation and effectiveness is a constant challenge.
Regarding mental health in this quarantine period, there is valuable information that has been shared by the Minister of Education of Peru, Carlos Benavides, and by psychiatrist and executive director of Fundación Procultura, Alberto Larraín. We have highlighted five of their most important recommendations, which could be very useful in managing the current situation.
- Choose a workspace for kids, adolescents and adults at home. The structure of this space should include adequate light and few or no distractions. Above all, it is critical to implement a schedule that can be adhered to, allowing for a consistent routine, which will ultimately help reduce anxiety. This does NOT mean transforming your house into a school. At this time, the challenge is to combine learning spaces with recreational and enjoyment spaces, in favor of the mental health of the whole family. This is a time to be flexible and put care first. Developing a proper educational space should be seen as a measure that prevents the repercussions of staying at home, and it is an exercise for each member of the family to think and reflect.
- Anxiety and an unconscious desire to know what is happening, leads us to watch the news continuously, at almost every minute. Being informed is good, because it allows us to act accordingly based on what is happening. But it is important for our brain to take in a variety of information. We can also listen to music, dance, read books, watch movies, do exercises, arrange calls or video calls with people to help us generate a positive state of mind, etc. The key is for each family member to try their own methods — this “trial and error” approach will allow us to find the most viable solutions.
- We have been thinking about how quarantine will offer us an opportunity to be with our families and do things that we have not done before, as it relates to the world of “work and social productivity.” But after a few days in the same physical space, with the same people, and considering the uncertainty/fear/anguish that this situation can produce, what we considered an opportunity can become a period of time where it is more difficult to be productive. Therefore, it is important that we be more flexible and empathetic with each member of our families and ourselves. It can help to plan specific activities with short goals that are tangible and easy to measure.
- Being in quarantine does not mean being together at all times. The reason for the quarantine is to avoid contagion, but it is necessary to create personal spaces where you can carry out activities at your own pace. These personal spaces will allow us to be empathetic, tolerant and promote a harmonious coexistence. We should not force upon ourselves the utopian idea that ”we must be united as a family” and feel guilty for not wanting to do so. Individual spaces are basic and necessary; they need not be optional. The challenge is to work on our attributes of being balanced and combining individual space with the collective and our families.
- Those who enjoy being alone can use this period as an opportunity not to burden anyone with fears, insecurities or problems. However, it is important to emphasize that emotions need to be shared, since that is how they are transformed. As the media say, this pandemic is going to be solved with solidarity and this also applies to emotional solidarity.
Let us remember that while these are valuable recommendations, the challenge is to implement them in a progressive and balanced way — and that failure is part of the learning process. We are in a stage of reinventing ourselves day-to-day, with the energy to live for us and others.